Los primeros 100 días de un gobierno suelen servir para parar la pelota y evaluar qué onda. Es como el primer corte para balancear lo hecho hasta el momento. En el caso de Colombia, podemos decir que el arranque de Gustavo Petro y Francia Márquez es más que auspicioso: en medio de un contexto mundial con tanto viento en contra, donde la mayoría de los gobiernos de la región atraviesan turbulencias de todo tipo, el impulso inicial del primer gobierno progresista en la historia colombiana es una bocanada de aire fresco. Por Gerardo Szalkowicz
Por eso miles salieron a las calles esta semana a celebrar la nueva era que vive este país tan castigado por 30 años de neoliberalismo, 60 de guerra y 200 de dominio conservador.
En su discurso, Petro remarcó 50 hitos promovidos en estos 100 días, entre los que podemos destacar:
-La “Ley de Paz Total”, que abre paso al inminente diálogo con la guerrilla del ELN y que buscará el desarme de los grupos narco-paramilitares y cambiar la doctrina militarista por el concepto de “seguridad humana”. Ya se respira cierto alivio con la disminución de homicidios, aunque siguen matando un líder social cada tres días.
-Un gran impulso a la agenda de la crisis climática con propuestas globales como un canje de deuda ambiental y un fondo para la protección de la Amazonía, y medidas como la adhesión al Acuerdo de Escazú y el fin del fracking.
-Un giro en la política exterior materializado en el restablecimiento de las relaciones con Venezuela.
-Una reforma tributaria que aumenta impuestos a los más sectores ricos y que permitirá, según Petro, “financiar la justicia climática y la justicia social”.
Otros logros a resaltar son la compra de 3 millones de hectáreas para entregar a comunidades negras, indígenas y campesinas; la reducción en las tarifas de energía; el fin del servicio militar obligatorio; programas como el “Mejoramiento de Vivienda” o el “Preventivo de Salud”; y la promesa de gratuidad en la educación superior.
“Por supuesto que 100 días no dan para cambiar 500 años de exclusión y violencia”, aclaró Francia, que también conducirá el Ministerio de la Igualdad. Y tiene razón, falta un montón… pero los primeros pasos dan para ilusionarse, incluso desde la potencia simbólica: el primer hito que enumeró Petro fue: “Recuperamos la espada de Bolívar”.