9 diciembre, 2022
, BANGLADESH

CRÓNICA DE UN AMOR FUTBOLERO

Más de 17 mil kilómetros separan a Argentina de Bangladesh, el país de Asia del sur que nos conmueve con su apoyo a nuestra selección de fútbol. Esta vez, tiramos la pelota para allá y charlamos con Kawsar Ahameed Siddiki, vecino de la capital Dhaka, que se define como un “fanático acérrimo de Argentina”.

“Creo que es una gran sensación que el fútbol logre unir dos países diferentes con amor y pasión. También nos sentimos muy orgullosos de que los argentinos se interesen más por nosotros y por el apoyo mutuo desde hace más de 30 años incondicionalmente”, cuenta el Ingeniero en Electrónica y Telecomunicaciones.

Esta República de mayoría musulmana tiene una población de 166 millones de personas, más del triple que Argentina, y logró su independencia en 1971 tras grandes luchas contra la India Británica primero y, luego, contra Pakistán. El sentimiento que se creó contra el Reino Unido por los maltratos de los conquistadores fue un factor clave para que, en 1986, este lejano pueblo festejara los dos goles que un villero de Fiorito le hizo a Inglaterra para avanzar en el mundial hasta coronarse con la Copa.

“Empecé a apoyar al equipo argentino desde mi infancia cuando vi jugar a Maradona y me convertí en fanático de inmediato. Ahora se creó una base de hinchas que llena el país de colores los días de partido. Colgamos las banderas sobre casi cada edificio, compramos camisetas, nos organizamos en grupos para hacer caravanas a pie o en motos. Vemos los partidos en pantalla grande, celebramos las victorias con fuegos artificiales y gritamos mucho. ¡Esta nación ama el fútbol y el cricket!”.

Si algo define a este país es la diversidad cultural: “Los bangladesíes tenemos varias religiones y culturas. El 90,4% de la población es musulmana, el 8,5% es hindú, 0,6% budista y 0,4% cristiana. También hay pueblos tribales como Chakma, Marma o Garo. Las costumbres sociales como el nacimiento, el matrimonio y la muerte son distintas ya que cada grupo étnico y religioso tiene su propia forma de marcar estas tradiciones”.

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