Alejandro Sabella vuelve con su mayor legado: la palabra. Antes de jugar con Países Bajos y a dos años de su partida; compartimos su clase con una selección especial de frases que da para manual.
“Debemos ser, ante todo dignos”, gritaba Pachorra antes de quebrar en llanto cuando recibía el “Premio Democracia en Deporte”. Paradito frente a las Abuelas de Plaza de Mayo, “se sentía empequeñecido”, ¡pero sí que le daba la talla!
¿Se acuerdan que nos regaló un notón previo al Mundial de Brasil antes de dar los convocados a la selección? Es más, ese día, jugó con 11 de memoria alumbrando sobre cada desaparecido en democracia.
Esa entrevista salió en todos lados, porque repartió textuales zarpados: “Allá por el 73 militaba cuando estaba en la Facultad junto a mis compañeros. Íbamos los sábados a distintos barrios carenciados y trabajábamos en zanjas para levantar las paredes, compartiendo jornadas con toda la juventud peronista y el resto de los movimientos populares”.
¡Cuánto se te extraña cabezón! Y mirá si no era un volante clave entre la razón y el corazón: “Creo que vale la pena lograr que los jugadores se brinden al máximo en un Mundial, pero sabiendo que el fin no justifica los medios”.
Por toda esa clase adentro y afuera del potrero, cada villa te guardará en el recuerdo: “Las personas con más humildad son las que se brindan con mayor sinceridad y son capaces de abrir el corazón, para dar hasta lo que no tienen. Muchas veces, el rico da lo que le sobra, pero el que menos tiene da lo que le falta. Y esa, es una diferencia muy grande”.
Cuanto orgullo nace en este suelo…
¡No habrá Pachorra que contagie tanto sueño!