En la Provincia de Salta, las distintas comunidades Wichí y Ava Guaraní no cuentan con acceso al agua. Los datos estadísticos marcan que, en el Departamento de Rivadavia Banda Norte, el 55,6% de la población empobrecida no tiene acceso al agua.
Las alternativas que encuentran son los pozos realizados a mano, pero el agua que sale de ahí es salada, está contaminada y por ende tiene feo gusto y olor. Las y los vecinos almacenan el agua de lluvia en tanques cisterna durante las épocas de mayores precipitaciones. También juntan agua de vertientes y cañadas, para los animales o para el consumo familiar. Como si no fuera suficiente, para acarrear y almacenarla se ven obligados a usar bidones de agroquímicos porque no hay otra opción.
Juan Carlos Sanguino es de la comunidad Ava Guaraní, en Orán, y cuenta como 25 familias dependen de un pozo: “Hemos hecho los trámites para que nos traigan tanques y agua pero no hubo respuestas”. Los agentes sanitarios que visitan la comunidad ya les dijeron que el agua de pozo que consumen está contaminada: “Esto está afectando a nuestros niños y mujeres embarazadas causando dolores de panza o diarrea”.
Estos reclamos fueron presentados varias veces al Municipio de San Ramón y no hubo respuestas. La empresa Aguas del Norte lleva agua a estas comunidades, pero es un servicio irregular que solo asiste una vez al mes.
“Nosotros sentimos que hacen oídos sordos, el Estado no nos responde. No escucha las problemáticas reales y no está la voluntad de darnos soluciones. Acá solo se gobierna detrás de un escritorio, nadie viene a caminar por las comunidades. Acá en el Norte no somos escuchados” finaliza Juan.
