Las calles de las distintas regiones del Perú se encuentran movilizadas desde el 7 de diciembre en contra del golpe de Estado que dio el Congreso al Gobierno electo de Pedro Castillo.
Desde entonces, el pueblo se manifiesta de forma ininterrumpida en contra del Parlamento.
La respuesta del actual gobierno de Dina Boluarte fue la represión. La Defensoría del Pueblo advirtió que hasta el momento hay 49 personas fallecidas en las protestas: 41 civiles producto de las represiones, y 8 muertos en accidentes de tránsito vinculados a los bloqueos de carreteras.
Nely Huayta, presidenta de la organización Nación Quechua, es vecina de la ciudad de Puno y cuenta cómo se viven las marchas desde allá: “Desde hace dos semanas, no hay transporte urbano ni interprovincial, cierra todo. Inclusive los autos y moto-taxis van a las marchas. No hay un referente de las protestas sino que se organiza con los presidentes comunales y otras asociaciones locales. El descontento es general, todos salimos”.
Las organizaciones de pueblos indígenas, originarios y campesinos habían dado hasta el viernes 13 para que Boluarte renuncie a la presidencia y al no cumplirse, anunciaron que se movilizan hacia Lima.
“La verdad es que se teme mucho por las vidas de las personas que están viajando a la capital. Las represiones no son solamente con bombas lacrimógenas y balas de goma, está comprobado que dispararon a la gente con balas letales y hasta usan los helicópteros para soltar gases”.
Nely sintetiza los reclamos que se escuchan en las calles en cuatro puntos claves: “La renuncia de la presidenta, que se vayan los congresistas, la asamblea constituyente y una nueva Constitución”.
Desde todos los rincones de la patria grande, pedimos que ¡paren la matanza contra los hermanos y hermanas peruanas!