«¿Quieren tomar o comer algo?”, con esta pregunta arranca nuestro encuentro con la señora de voz baja y abrazos de madre que es saludada por distintas generaciones de chicas y chicos del barrio Fátima, en Villa Soldati, que encontraron en ella a una referencia en sus infancias y adolescencias. Lorenza González tiene 61 años y un empuje que la lleva a patear el barrio que vio crecer y al cual fue cambiando por su labor comunitaria.
Desde el 2007 está al frente de Construyendo Sueños, un espacio donde las y los vecinos más pequeños pueden ir a diferentes talleres como: huerta, teatro, defensa personal y deporte. “Cuando me preguntan ¿qué se puede hacer para que los chicos no estén en la calle?, yo les digo que organicen talleres para que haya contención para ellos. Y en el día a día ves sus reacciones, la sonrisa cuando se divierten y la tristeza cuando les pasan cosas feas”.
Lorenza, nació en Salta y llegó a Fátima en los 90. Por su fe se acercó a la capilla donde conoció a la hermana María, a quien define como “la Mugica de Fátima” y con quien generó una amistad inquebrantable que transformó al barrio: “En el 2005 habían matado a muchos chicos por gatillo fácil. Junto a ella nos organizamos y buscamos un lugar donde hacer un centro”.
Construyendo Sueños tuvo que enfrentar la decisión de la ministra Soledad Acuña del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires de quitarle el sueldo a los talleristas bajo la la excusa de que no son profesionales recibidos. Ante esta situación Lorenza recalca la importancia del reconocimiento del trabajo comunitario como lo que es: un trabajo. “Es importante para la dignidad que nos reconozcan de forma económica y simbólica. Acá nos unimos para transformar nuestro barrio”.
Caminando despacio por la manzana 5, donde las pibas y pibes corren detrás de una pelota en la cancha conquistada por su lucha, Lorenza nos saluda y remata con una enseñanza: «Mientras les cierren las puertas, va a haber chicos que se droguen en esa misma vereda. Les dan la espalda a los pibes, en vez de sacarle clientes a los narcotraficantes».