Nuestra mamá, nuestro farol en medio de tanto negacionismo, guía inclaudicable de humanismo y compañera infaltable de cualquier batalla. Desde la barricada popular celebramos su vida con sus propias melodías que tanto nos marcan el día a día:
«Las Madres que estamos más activas, porque hay algunas que están con la salud deteriorada u otras que se fueron desilusionando de la Justicia, nos levantamos cada mañana, abrimos los ojos y pensamos qué más podemos hacer en pos de nuestros hijos y nuestras hijas», nos dijo alguna vez Norita.
Hoy mismo cumple, como siempre ha cumplido, «porque recoger su lucha es un gran compromiso, que no se puede detener. Queremos la justicia social y queremos un país para todos y todas, como querían ellos y ellas. Entonces, apoyamos a los movimientos sociales, cuando nos llaman para ir a alguna marcha por la salud, por la educación, por la vivienda, por los jubilados… Tenemos una lucha diaria».
¿Entonces? Entonces feliz 93, madraza. Con las frases de quien alguna vez fue la tapa más poderosa, desde las villas hasta la Plaza: «Sinceramente, esta charla me trae el recuerdo de mi hijo, hoy más que nunca. Lo sigo extrañando, como todos en mi casa, y no hay ni un día que nos conformemos. Por eso, no nos resignamos, ni nos reconciliamos con ningún represor: queremos cárcel común para todos los responsables de tanto dolor».
