Las y los docentes de Córdoba no llegan ni a mitad de mes, la única respuesta del Gobierno de Córdoba en la semana fue hostigar a través de la policía. Hoy salieron a las calles a marchar pese a que el cielo se caía y llovió durante toda la mañana.
Este lunes 20, instalaron una carpa blanca para visibilizar sus reclamos, continuaron con 48 horas de paro y hoy no los paró ni el temporal: exigen que ningún maestro o maestra esté debajo de la línea de la pobreza, 250 mil pesos de sueldo básico y la restitución del 82% móvil para las y los jubilados. Benjamín Reyes es delegado del IPET N° 48 Presidente Roca y miembro de Docentes en Lucha, y resalta: “Es una vergüenza que un jubilado esté cobrando entre el 63% y el 62% de lo que cobraba cuando era activo. Ante este reclamo, el Gobierno manda a la policía y a un fiscal, intentan meter miedo”.
«Hoy, la maestra de grado está cobrando $130 mil, de los cuales solo $70 mil son del básico. Esto quiere decir que la antigüedad se calcula dentro de esos $70 mil. La mayoría de los docentes tienen más de una escuela para sobrevivir y llegar a fin de mes. El 60% de las maestras de Córdoba son madres solteras, jefas de hogar que mantienen a sus familias con su único salario”.
Esto tiene una consecuencia: el multitrabajo para poder comer. “Yo soy profesor y me dedico a trabajos de electrónica. Conozco preceptores que están haciendo cerámica, remeras estampadas o que tratan de inventar algún microemprendimiento. Hay jubilados docentes que siguen trabajando manejando taxis para poder llegar a fin de mes. El Ministerio de Educación no brinda soluciones».
El contexto es desolador. Un informe publicado por el Observatorio de Trabajo, Economía y Sociedad (OTES), da cuenta de que, en los últimos cinco años, los salarios del sector sufrieron una pérdida del 10%”, y más del 20% para quienes tienen mayor antigüedad. Por otro lado, el presupuesto de 2023 fue un 11% menor a la inflación.
«Imagínense aportar el 18% y que, cuando te jubilás, lo hacés con el 66% de tu salario activo. Esto provoca que muchísimos docentes no se quieran jubilar. Tenemos muchos profesores con sobreedad dando clases. Están sobreviviendo en las aulas, no se quieren jubilar porque es una miseria, no les alcanza ni para los medicamentos».
