Las cocineras hacen malabares para que alcance la comida. En el noroeste argentino, provincia de La Rioja, y en el noreste, provincia de Formosa, está presente el mismo problema: hay hambre, y las vecinas no saben ya de dónde sacar alimento para todas y todos.
Claudia Vera tiene 39 años y trabaja en el comedor «Ollas Poderosas» y en el merendero «Sonrisas Poderosas», en el barrio Virgen Desatanudos de la ciudad de La Rioja. Desde la asamblea, intentaron gestionar recursos con la Secretaría de Inclusión y Desarrollo Social, a cargo de Cecilia Leguiza, quien le informó que no están entregando insumos.
«En el comedor, para conseguir los frescos, hacemos una vaquita. Brindamos hasta 600 platos de comida diarios, así que antes de cocinar primero vemos lo que tenemos. Si hacemos un guiso de arroz con lentejas, evaluamos si podemos comprar pollo o carne molida, de acuerdo a lo que nos da el bolsillo. En el merendero no nos alcanza, asisten más de 100 chicos. Nos da mucha impotencia: hay que andar golpeando cientos de puertas, rogándoles que puedan bajar mercadería para los niños».
Johana Cabrera tiene 36 años, vive en barrio San Juan Bautista, Formosa, y trabaja en el merendero «Akhajata». No solo cocina, además, en la semana se buscan la mercadería y se esfuerzan en pensar qué hacer para variar el menú. Todo es tiempo: todo es trabajo no remunerado.
«70 niñas y niños vienen religiosamente al merendero. Desde la pandemia estamos pidiendo recursos al gobierno de Formosa, pero no nos dan pelota. Se excusan en que para eso está la escuela que tiene su merienda, y que para eso brindan un programa que se llama Nutrir, que brinda mercadería dos veces al mes, y encima llegan a lo sumo 10 artículos, es poca cantidad y no todos los vecinos la reciben. Lo más ilógico que nos han dicho es que lo único que nos podían dar para nuestro comedor era un paquete de chocolate. Una burla, porque con eso no hacemos nada».
Distintos puntos del país, una misma problemática: el hambre no da tregua, crece cada día más y la mercadería nos alcanza cada vez menos.
