Lo único que nos deja fuera de juego: el olvido. Dijimos presente, como siempre, en la Plaza De Mayo. Por las y los 30.000, porque ni ayer ni jamás nos callaran, porque dijimos Nunca Más.
Lo único que nos deja fuera de juego: el olvido. Dijimos presente, como siempre, en la Plaza De Mayo. Por las y los 30.000, porque ni ayer ni jamás nos callaran, porque dijimos Nunca Más.