«Lo que sucedió el 29 de abril de 2003 fue un crimen. Ese día, se nos coló el río por una defensa que los gobiernos habían dejado abierta y se llevó todo a su paso. Nuestras casas, nuestras cosas» Por María Claudia «La Negra» Albornoz referente de La Poderosa, Barrio Chalet, Santa Fe.
Veníamos remontando una crisis económica durísima, tratando de salir adelante, y la inundación arrasó con todo. Fuimos 130 mil personas tanteando entre la oscuridad y el barro para rescatar algo, aunque fuera una foto de la familia; pidiendo ayuda desde los techos; deambulando por los 475 centros de evacuados buscando familiares; volviendo al barrio como podíamos para seguir sacando gente. 130 mil personas que por mucho tiempo no pudimos dormir, no pudimos vivir sin miedo.
Carlos Alberto Reutemann, el gobernador de Santa Fe en ese momento, fue el responsable de la inundación y ese día no dio la voz de evacuación. Y desde la intendencia de Marcelo Álvarez nos dijeron que nos quedáramos en el barrio. Después, la gobernación no reconoció como víctimas a quienes no se habían ahogado. Eso generó mucho dolor, porque mucha gente falleció de un ataque cardíaco ante el horror. Fueron 23 los muertos reconocidos por la provincia y 158 los que relevaron los organismos de derechos humanos.
El crimen quedó impune pero nunca bajamos los brazos. Desde hace dos años, en la provincia, el 29 de abril es por ley el Día de la Memoria del Pueblo Inundado. Sin embargo las y los pibes no tienen garantizado estudiar la efeméride porque el Ministerio de Educación de la Provincia de Santa Fe no respeta la ley que obliga a que se estudie lo sucedido aquellos días.
Que el pueblo conozca su historia y que nadie se confunda, la memoria no se inunda.
