Por primera vez en 40 años de democracia, la Justicia juzga las persecusiones y torturas por la identidad de género: cinco personas travesti-trans contaron todo lo que vivieron durante la última dictadura cívico militar.
Tenían entre 14 y 23 años cuando fueron secuestradas. Declararon en el marco del juicio “Brigadas” acerca de las detenciones ilegales y torturas sufridas en el Centro Clandestino de Detención y Exterminio conocido como el Pozo de Banfield.
El Tribunal Oral Federal N°1 de La Plata fue testigo de una audiencia histórica. Julieta Alejandra González, Ana Martínez Velázquez, Marcela Daniela Viegas Pedro, Paola Leonor Alagastino y Carla Fabiana Gutiérrez, son sobrevivientes de aquel genocidio y sembraron un precedente.
Julieta Alejandra González tenía 19 años cuando fue detenida en la Brigada de Investigaciones de San Martín y luego trasladada al Pozo de Banfield: “Cuando estuvimos detenidas sufrimos violaciones. Todavía pienso en ese sufrimiento, las que vivimos algo así sabemos de qué se trata. Es como el hambre, si no lo vivís no sabés lo que es».
“En los ’70 sentías miedo hasta de salir a comprar al almacén de la esquina, además se te cerraban todas las puertas. Me venía escapando como podía hasta que me detuvieron y antes de liberarme me cortaron el pelo como a las otras chicas. Nosotras ya veíamos esa discriminación como algo normal cuando debiera haber sido todo lo contrario”.
«No fueron solamente de las fuerzas el abuso, fue de todos, de la sociedad, de las instituciones, todo era un abuso a todo el mundo, te faltaban el respeto y vos no podías decir nada, tenías que agachar la cabeza», agregó.
El juicio “Brigadas” comenzó en octubre de 2020 y juzga a 15 represores imputados por delitos de lesa humanidad contra 442 víctimas en centros clandestinos de detención y exterminio de Banfield, Quilmes y Lanús.
Las disidencias sexuales rompieron el silencio de tantos años para Nunca Más volver a callar.