La Casa Pringles corre riesgo de ser desalojada por parte del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Alí habitan 10 mujeres y 15 niñas y niños en situación de calle.
En la actualidad, el colectivo Yo No Fui coordina el espacio, generando acciones de contención para mujeres y distintas actividades como apoyo escolar o charlas sobre Educación Sexual Integral.
Eva Reinoso, es parte del colectivo «Yo No Fui» y cuenta: “El Gobierno de CABA ha intentado subastar la casa en siete oportunidades en los últimos tres años y no la han podido vender. El año pasado las compañeras que viven ahí tuvieron varios intentos de desalojos ilegales”.
“Las 10 mujeres no sólo han tenido que enfrentar el hostigamiento del Gobierno de CABA, sino de los que intentan apropiarse del espacio para poner un búnker. Durante los ocho meses que los enfrentaron no aparecieron ni la policía, ni la fiscalía, ni la Administración de Bienes. En un comienzo, las pibas fueron quienes evitaron que este espacio se convierta en una distribuidora de droga”.
“La última semana las intimaron a desalojar el inmueble dentro de las 72 horas. Ayer se enteraron que el Juzgado Contravencional de Faltas N° 25 en lo Penal, a cargo del Dr. Alejandro Villanueva, es el que intervendrá en la causa. La defensa dice que esta semana no se realizará el desalojo, pero no saben si será la próxima o en 15 días”.
Ubicada en el barrio porteño de Almagro, la casa perteneció al artista plástico Eduardo Sivori, quien decidió donarla a la antigua municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires para que funcionara como un espacio abierto para la ciudadanía donde se realicen actividades culturales.
“Más de 30 niñas y niños vienen los jueves a merendar y estudiar. Estamos en Almagro, en un barrio que lamentablemente tiene que abrir comedores porque hay pibas y pibes con hambre. Es una vergüenza que a esta altura tengamos que luchar para sostener lugares como éstos cuando estamos en la ciudad más rica del país”, expresa Eva.
