“Hoy a la mañana fui a trabajar, como todos los días, y estaba vallado, no nos dejaron pasar”, cuenta Leo Torresi, uno de los 48 trabajadores que fueron despedidos por Clarín en la madrugada del domingo.
Un día como hoy de 2019, el diario hizo lo mismo con 65 periodistas. Esta vez, bloquearon el acceso al mail laboral y la Policía de la Ciudad valló el edificio.
El ministerio de Trabajo dictó una conciliación obligatoria que la empresa no acató. Ni siquiera envió representantes a la audiencia. “Hace 28 años que trabajo en el diario, es toda una vida laboral. La verdad es que no esperaba este despido, me sorprende”, expresa Leo que reconvirtió su rol de redactor para trabajar en el área de video.
Sebastián Diaz, redactor de Olé y delegado gremial de SiPReBA, expresó: “Lo que argumentan es la necesidad de un cambio de perfiles para volcarse más hacia lo digital. Es totalmente falaz porque en la lista de despedidos hay muchos que trabajan en redes sociales y en audiovisual”.
Los trabajadores y trabajadoras realizan un paro de actividades y exigen a la empresa que acate la conciliación obligatoria. Cuando las patronales se meten con el trabajo de las y los laburantes no hay excusas ni argumentos permitidos. ¡Reincorporación ya!
