La comunidad LGTBIQ+ se plantó una vez más en Jujuy para apoyar los reclamos de una lucha que las y los atraviesa como sociedad. “La perspectiva LGTBIQ+ tiene que estar anclada a los procesos identitarios culturales, tanto como indias, marronas, nativas, y al territorio”, declaran Masi, Sharon y Gustavo de la comunidad de La Quebrada.
No se retrocede, ni se mira para otro lado: «Estamos acá levantando nuestra bandera, somos parte de la comunidad y acompañamos porque sabemos que la única posibilidad de acceder a derechos es de manera colectiva».
Una de las cláusulas más alarmantes de esta reforma es la que apunta a limitar la libertad a expresarse y protestar: «Es importante el derecho de estar y manifestarse en el espacio público. Es un lugar que nos pertenece y no debemos dar marcha atrás».
En Jujuy el cumplimiento del cupo laboral trans y la garantía de derechos, todavía es una deuda pendiente hacia la comunidad. «Hay un tema estructural, no quieren que tengamos un lugar donde vivir. No podemos acceder a tener una vivienda, y si la tenemos, hasta nos quitan nuestras tierras. Pedimos reconocimiento de derechos pero también de nuestro territorio, porque no podemos construir una identidad sino tenemos un lugar donde materializarla».
