Las pibas de la selección, además de representarnos en un mundial, reflexionaron sobre el laburo de las cocineras comunitarias que paramos la olla en los comedores villeros. Se unieron a nuestro reclamo por la ley de salario para que ganemos el partido contra la invisibilización y la precarización.
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¿Cómo no las vamos a bancar? Esta noche les volvemos a hacer el aguante porque el sueño sigue intacto.
Nos volvieron a ilusionar y las vamos a alentar. ¡Vamos las pibas!
