Hoy, ahora mismo, nuestra Negra sopla dos octavas de canto entre los cerros jujeños para hacerse viento con 88 inviernos encima. Lo sabemos porque ella cumple y porque mientras Gerardo Morales ocupaba la banca de diputados de esa provincia, hacia 1991, ella vaticinaba: «Lo lamento con todos ustedes pero voy a estar con toda la gente que está sufriendo en este país».
Su augurio, siempre preciso, se entonaba con rebeldía: «No voy a estar de sonrisita con nadie porque la frivolidad reina en Argentina». Y su profecía nunca tuvo tanta vigencia como hoy en las rutas de las comunidades ancestrales, en los guardapolvos de cualquier maestra: «O me aceptan así o me dicen que me vaya de este país, como me han hecho los militares. Cuando usted no es cómplice de este gobierno, la ignoran, y se cae en algo que se llama dictadura en democracia».
Cuánta actualidad, cuánta vigencia Mercedes… en los umbrales de nuestra independencia. A 207 años de la búsqueda de la libertad, la libertad es palabra bastardeada como si no fueran eternos los laureles que supimos conseguir. Hoy con tu melodía presente y atragantada: «¡Viva Jujuy! ¡Viva la Puna! ¡Viva mi amada! ¡Vivan los cerros pintarrajeados de mi quebrada!».