En la Villa 21-24, como en tantas otras, las y los vecinos se arman de arte para cortar con los berretines de quienes se atreven a contar nuestras historias sin pedir permiso, sin pisar el pasillo y sin interpelar los prejuicios.
Berretines Audiovisual busca transformar las miradas, rescatando el talento de las villas.
“Surgió esta idea de contar la realidad del barrio para eliminar prejuicios de la sociedad que se generan por la forma en que muchas producciones retratan a las y los villeros desde una perspectiva lejana. Nosotros queremos demostrar que en el barrio hay talento, se pueden producir cortometrajes, videoclips y hasta películas”, arranca diciendo Alan Gómez, que está desde el comienzo.
Se formaron en 2019 como una productora audiovisual para contar en primera persona cómo vive, siente y sueña cada vecina y vecino. En la actualidad son alrededor de siete jóvenes aunque siempre las puertas del proyecto, como las de cualquier comedor popular, están abiertas para quien se quiera sumar.
Guido Ledesma, integrante del equipo, cuenta: “Al principio teníamos que pedir herramientas prestadas, como las cámaras, o alquilarlas. Poco a poco fuimos consiguiendo nuestros elementos de manera autogestiva. Hicimos varias rifas que nos ayudaron mucho, pudimos comprarnos una computadora y también grabamos nuestro primer videoclip”.
“Los berretines son un estilo de vida. Hay pibes y pibas que viven con berretines porque la vida los golpeó y puede ser algo con lo que se pueden defender”, asegura William Ayala, mientras que Jonathan Bogado sentencia: “Lo bueno de ser de los barrios es que tenés gente conocida que te abre las puertas, está la buena predisposición, suma un montón cuando se sabe que hacés cosas para el barrio”.
Todos los pibes coinciden en sus sueños como equipo: “Queremos que lo que hacemos perdure en el tiempo, hacer cine y por qué no participar en algún festival, ya sea con una película o cortometraje”.