En nuestros barrios y ferias populares, es común encontrarse un canasto repleto de yuyos, ideales para los típicos mates y tererés. Muchos de tradición guaranítica, florecen en el litoral o son importados de Paraguay. Además, la región andina, desde Perú y Bolivia también nos cura con las recetas más ancestrales.
Más allá de agregarle sabor o aromas a nuestras vidas, las yuyeras alivian con sus saberes muchas afecciones que aprendieron de sus madres y abuelas en el corazón del campo. Ahí donde los hospitales están a kilómetros de distancia, la sabiduría popular calma muchos dolores.
En el día de la Pacha, no queríamos dejar atrás la riqueza cultural de nuestras villas.