Una vez más, nos movilizamos frente a tanta bala asesina e impune de las Fuerzas de Seguridad. Desde las periferias marginadas y como nos enseñaron las Madres y las Abuelas, hoy marchamos en CABA, Córdoba, Rosario, Mendoza, Tucumán, Santiago del Estero y Chaco, entre otras.
Nos matan, persiguen, encarcelan, torturan y estigmatizan porque nos negamos a robar para ellos y porque no queremos ser parte de esa mafia policial. Nos convierten en números y porcentajes, y mientras los medios nos demonizan y el sistema judicial mira hacia otro lado.
Como ayer, hoy y mañana las calles gritan fuertemente eso que no naturalizaremos jamás: ¡Ni un pibe menos, ni una piba menos, ni una bala más!