Nada nos quitará el sueño, el llanto o la euforia. Las pibas ya juegan en la cancha grande de nuestra historia.
Con los ojos llorosos y el orgullo inflado como lo tiene nuestra capitana Estefanía Banini y con la cabeza levantada como Fabiana Vallejos, nos toca terminar nuestra participación en este mundial pero sabiendo que esto recién empieza.
Callaron varias bocas, remontaron una derrota y hasta consiguieron una huella histórica. Ya tendremos revancha y seguiremos conquistando derechos para que las pibas equiparen la cancha.
¡Gracias por ser ejemplo de tanta lucha!
Podés ver la nota completa con la selección en nuestro canal de Youtube o leerla en última edición de la revista digital.
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