«El humor no debe ser risa. Sí, sonrisa. Y, de ser posible, llanto amargo», y entre tanto mundo loco hay pequeñas cosas que nos generan una mueca de alegría y nostalgia, como tus historietas y libros negro querido.
A 79 años de tu nacimiento, te seguimos recordando todos los días, y si llegaste a reencarnar, esperamos que no te hayas reído de la fealdad de un sapo.
“Sólo dos veces mi mujer me despertó antes de las diez de la mañana: una fue cuando me dijo: ‘Invadieron las Malvinas’. Y la otra: ‘Diego firmó para Newell’s’. Dos catástrofes”. ¿Qué pensarías ahora?
Te extrañamos a cada momento, pero tu legado nos seguirá cobijando hasta siempre.