«Klaukol es una fuente de destrucción masiva cuya única salida es la muerte», así se expresa Susana Aranda, quien viene luchando, junto a vecinas y vecinos, contra la contaminación de Sika-Klaukol. La Justicia Federal ordenó el cierre de esta planta multinacional luego de 12 años.
Está ubicada en el barrio La Mercedes, Virrey del Pino en La Matanza, y el fallo es histórico porque deja al descubierto la contaminación del aire por parte de la empresa y además muestra la fuerza de un barrio organizado que dijo basta ante un negocio que destruye vidas.
Se instaló en el barrio en 1980 y es la planta más grande de Sudamérica de esta firma. Se dedica a la fabricación de productos de construcción como pegamentos para cerámico y pinturas.
Susana Aranda comentó cuál es la situación de salud de los vecinos que conviven con la empresa: “De 140 personas encuestadas en 3 manzanas cercanas a la planta, 48 padecen deterioros en su salud, como afecciones respiratorias y renales, debido al vidrio molido que venimos respirando. Muchas fallecieron de cáncer terminal durante estos años”.
«Con este fallo tenemos la verdad en nuestras manos pero no la solución. No solo luchamos contra la multinacional, sino también contra la corrupción de los gobiernos y de los tiempos de la justicia”, sentenció Susana.
En cuanto a la situación de los trabajadores, afirmó: “Vamos a pedir por escrito que la fábrica se haga cargo de solucionar la cuestión de los vecinos que trabajaron en la planta. Muchos de ellos fueron despedidos a los 40 años y al conocerse que tenían cicatriz pulmonar no pudieron reinsertarse laboralmente porque las ART no los consideran. Ellos son tan perjudicados como quienes venimos luchando contra la contaminación”.
