Por Nicolás Pappolla, sobreviviente de Cromañón e integrante de El camino es Cultural
«Aquel 30 de diciembre de 2004, tenía 17 años. Recuerdo de esa noche la desesperación pero también los abrazos y elegir darnos la mano para poder salir de Cromañón. Sentí el alivio de haber podido salir con todas las personas con las que fui, aunque también bronca, impotencia y tristeza por los que no pudieron.
Ese día no pensamos en salvarnos a nosotros mismos, el mérito de salir no tenía sentido si el o la que estaba al lado se estaba muriendo. De hecho, el 40% de quienes no volvieron, murieron por entrar a rescatar a otras personas. Por eso elijo quedarme con que intentamos salvarnos entre nosotros.
La noticia de que se declare Monumento Histórico Nacional a Cromañón junto al Santuario de los pibes y pibas, y la colección en el Archivo Nacional de la Memoria, me generó una sensación de haberme despertado en un país un poco más justo. Pero queda el sabor amargo de la decisión ligada a la Presidencia de la Nación de no respetar la forma en la que las y los sobrevivientes llamamos a lo que pasó esa noche, la declaración dice tragedia pero fue una masacre. Pienso que se da porque están alejados de la realidad y de las necesidades de las víctimas o porque prefieren escuchar más a Vilma Ibarra, Secretaria Legal y Técnica, que a las y los sobrevivientes.
Considero que las condenas a los responsables políticos y funcionarios públicos fueron insuficientes. Valoro que tuvimos la oportunidad de presenciar 4 juicios distintos. Se buscó que haya justicia, aunque haya aspectos que dejen mucho que desear.
El anhelo más grande que tengo como sobreviviente es que Cromañón no se repita, y la herramienta más valiosa que tenemos son nuestros testimonios. Es fundamental avanzar en la expropiación y en la construcción del Espacio de Memoria.
Cromañón hoy sigue siendo la semilla que busco que pueda germinar para que siga creciendo y trascendiendo. Espero que se sumen nuevas voces y que entre todas y todos le vayamos dando más luz a ese lugar en donde hubo tanta oscuridad, construyendo más memoria colectiva».
