Por Paola Morales, mamá de Silvia Maldonado, asesinada por la Policía de Santiago del Estero, el 16 de junio de 2019 en el barrio Gas del Estado.
«Silvia tenía 17 años. En casa la llamábamos por su segundo nombre, Agustina. Naitana y Nehemías eran sus hijos. Hacía cursos de peluquería y estética para asegurarles un futuro. Era mi compañera de mates y me esperaba con la comida cuando volvía de trabajar. Siempre fue incondicional con sus 6 hermanas, su hermano y sus amigos».
«Durante la mañana del domingo 16 de junio de 2019, una vecina denunció que le habían robado unas herramientas y señaló varias casas del barrio a la Policía de la provincia. A la noche, cuando volvíamos con mi marido de comprar comida, llegamos a la esquina de nuestro domicilio donde se veía mucha gente amontonada y escuchamos los gritos de Agus».
«Ahí nos enteramos de que agentes de la policía quisieron entrar por la fuerza, sin orden de allanamiento, a nuestro hogar. Luego de un forcejeo con mis 3 hijas, el cabo José Miguel Abraham le pegó con una Ithaca a Silvia en el estómago. Cuando se estaban yendo, sacó un revólver y le disparó en la cabeza desde la caja de la camioneta».
«A mi hija la llevamos hasta el hospital Independencia, que es el más cercano a nuestra casa, pero como no tenían insumos la trasladamos al Regional Ramón Carrillo, donde se le declaró muerte cerebral y finalmente falleció el martes 18 de junio».
«El lunes pasado comenzó el juicio contra José Miguel Abraham. La primera audiencia fue muy difícil para mí porque volví a verle la cara al asesino de ella después de mucho tiempo. Estuvimos a muy poca distancia, él me miraba fijamente y parecía no importarle el daño que nos hizo».
«Espero que este 22 de diciembre la justicia de Santiago del Estero le dé una condena ejemplar al hombre que destruyó la vida de una familia dejando huérfanos a mis nietos. Necesito volver a confiar en que la justicia existe y que mi hija descanse en paz. Su asesinato fue Gatillo Fácil y femicidio».
