5 julio, 2014
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«Hicimos historia»

"Hicimos historia".* Por René Houseman.

Dale, que junten todas las críticas letales, que nos recuerden todos los males y que repitan los errores en veinte canales… ¡Los esperamos en semifinales! Y si quieren seguir buscándole el pelo al huevo, háganlo de nuevo, pero después busquen dónde perdieron la memoria, porque hoy hicimos historia… ¿O cuántas veces habrán ganado ellos un Mundial, en estos 24 años que no pisamos una semifinal? ¿Sabrán los expertos en ladridos cómo se siente jugar 4 partidos a la una de la tarde, bajo un sol que arde? Pues todos regulamos nuestra calentura frente a los televisores, pero la FIFA mete al horno a los jugadores, que después deben estar fríos para responder como grandes pensadores…

La pelota no se mancha. Y la Argentina lo demostró en la cancha, porque su agresividad le dio el dominio de un partido que, de antemano, pintaba muy jodido. Con ese gol del Pipita y su garganta liberada, tal como lo soñé esta madrugada, pudimos regular el resto del encuentro, para que ellos la tuvieran adentro… La presión, desde ya, porque el juego siempre estuvo acá, con o sin el control del balón, administrando nuestro poder de explosión. Bien, por ese gol tempranero. Bien, por Chiquito Romero. Bien, por el arco en cero. Y bien, también, por la nacionalidad de Messi. ¿Qué más quieren? ¿Los abdominales de Lavezzi?

Salvo minutos contados, en los que nos desordenaron con pelotazos cruzados, los belgas no comprometieron a nuestra defensa, que ojalá ahora reciba el reconocimiento de la prensa, porque estuvo segura, casi sin ninguna fisura. Con huevo y experiencia, Demichelis le sumó muchísima solvencia, aunque Biglia también fue clave desde su lugar, garantizando el equilibrio que Gago no pudo lograr, aun sin jugar mal… ¡Los dos a la final!

Todo sería alegría, de no ser por la lesión del Fideo Di María, que ojalá pronto se pueda recuperar, para seguir buscando ese funcionamiento colectivo que se hace rogar. ¿Por qué? Porque después de 480 minutos acumulados, el físico lo empieza a sentir por todos lados y, hoy, tanto Messi como Lavezzi estuvieron muy retrasados, demasiado pendientes de la salida rival, a pesar de la ventaja inicial. Pero entonces le tocó mover las redes a Higuaín… Con ustedes, ¡hasta el fin!

Sin caer en la ola exitista, que sube y baja la imagen de un técnico tacticista, hoy vuelvo a decir que Sabella es un tipo muy inteligente, que no se deja llevar por la locura de la gente… Por supuesto, en el medio de todo esto, ¿quién más que Alejandro querría haber goleado? Pero a su modo, cuidó el resultado. Y los que ahora lo acusarán de conservador, son los mismos que le hubieran gritado “perdedor”…

Con Messi un poco cansado, pero siempre agazapado, ya ganamos en cuartos de final, no pateamos ni un solo penal y mostramos mucha más solidez. ¿Cómo hago para no soñar otra vez? Desde mi locura habitual, veo a un equipo avanzando hacia la final. Y no, no le tengo miedo al rival que podamos tener en frente, porque yo estoy difrutando el presente, en este preciso segundo…

Amigos, ¡estamos entre los cuatro mejores del mundo!


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