Anda rebotando una polémica de costado a costado, sobre lo políticamente correcto o incorrecto que resulta conmoverse por la foto del niño sirio ahogado, en proporción a la conmoción que nos generan los niños asesinados en lugares menos alejados. Unos y otros, sin llegar a un acuerdo ni siquiera entre nosotros, hoy amanecimos consternados o confundidos por la gravedad del problema de los niños fotografiados, para tranquilidad de los que nos quieren perdidos en el sistema de los niños velados, que no competían por ningún fotón, ni por ver quién metía la mejor reflexión. Y entonces sin ánimos de agitar esas discusiones, desde acá nos sumamos a todas las conmociones por todos los niños sepultados del mundo, para que así tal vez, un rato después, podamos compartir la conmoción por todos los migrantes descartados del mundo y tal vez, otro ratito después, podamos por fin sentir en lo más hondo cualquier injusticia cometida contra cualquiera en cualquier lugar del mundo. Es la cualidad más linda de un ser humano, che.
