Ayer, martes 3 de octubre, La Poderosa presentó ante la Organización de las Naciones Unidas un informe sobre violaciones por parte del Estado a los derechos de la niñez. Fue convocada por el Comité de los Derechos del Niño en Ginebra para ampliar la denuncia de diez casos de maltrato y vejaciones por parte de uniformados, que fueron registrados en diferentes provincias desde principios de 2016. Son apenas una muestra de los mil consignados por el Control Popular a las Fuerzas de Seguridad durante el último mes.
En representación del colectivo villero La Poderosa tomó la palabra su referente, Nacho Levy, quien señaló: “Las organizaciones populares, los vecinos de las villas y barrios marginales, que tantas veces somos objetos de estudio y, muy pocas, sujetos de disertación, solemos ser invitados para dar pena o rating, pero casi nunca para dar información”. Y prosiguió en ese sentido: “No tenemos mucho que leer, pero sí bastante para vomitar. Tal vez no respondiendo a los mandatos del protocolo que durante tanto tiempo mantuvo silenciada nuestra realidad, pero sí reconociendo al mandato de las 50 asambleas territoriales de La Poderosa en todo el país. Y queremos decir que su voz también fue tercerizada, porque en el Comité por los Derechos del Niño nos gustaría que estuviesen disertando Kiki, Luisito, Aquiles, Luquitas, María, Facundo, Kevin, Paragüita o Ezequiel”.
Entre los diez casos presentados se encuentran los de Ezequiel e Iván, quienes tenían 15 y 18 años respectivamente cuando fueron secuestrados, torturados y amenazados por la Policía Federal y la Prefectura Naval el 24 de septiembre de 2016. “No se trató de un hecho aislado: los subieron a un móvil y se los llevaron al fondo de la Villa 21-24, cerca del Riachuelo. Los denigraron, humillaron, insultaron, escupieron y encapucharon. Fueron obligados a realizar abdominales y flexiones mientras les apagaban cigarrillos en sus piernas y saltaban sobre sus espaldas”, resumió Levy. Para luego denunciar: “Hemos visto que el Comité contra la Tortura ya interpeló al Gobierno argentino por este caso. Y las respuestas fueron puras mentiras. Pero, poco a poco, se va poniendo a la vista de todo el mundo y de los mismos argentinos lo que vienen haciendo con nuestros jóvenes”.
A continuación, el dirigente de la organización describió la magnitud de la situación: “A nosotros no nos cabe ninguna chicana de la política partidaria coyuntural, porque venimos haciendo denuncias desde hace rato. Con esa autoridad ética venimos a decir que el hostigamiento de las Fuerzas de Seguridad en nuestros barrios se ha incrementado tenebrosamente. Sólo en el último mes, complementando las estadísticas de UNICEF, desde el Control Popular a las Fuerzas de Seguridad hemos registrado mil denuncias… mil hechos similares a los que tienen en ese papel”.