3 octubre, 2018
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Quieren matar a la mamá de Fabián Gorosito

 

 

Viste tu hijo,
bueno, pensá en ¡tu! hijo.
Pero no pienses en Fabi, eh, pensá en ¡tu! hijo.
A ¡tu! hijo, lo secuestran y lo torturan.
A ¡tu! hijo, leé bien, lo torturan.
Te lo matan, te lo entierran.
Y mañana te lo desentierran.
La Policía Científica dice que no.
Dice que se cayó a una zanja.
Sí, «el borracho de ¡tu! hijo».
Ah, no, aguantá.
Parece que no.
A ver, bancá que viene otra autopsia.
No, no, che, al final no.
«Asfixia mecánica».
Submarino seco,
¡tu! hijo.

 

¿Qué sentís?
¿Qué hacés?

 

Hay testigos, tres pibes.
Todos torturados, todos amenazados.
No querés ver venganza.
Querés ver a ¡tu! hijo.
O ver Justicia.
Pero no podés entrar a las audiencias.
Porque la Policía no quiere.
«Contaminan la sala», vos y tu familia.
Los asesinos de ¡tu! hijo no.
Resultaron ser inocentes, los once.
Y uno, pariente del juez.
Sorry, va de nuevo.
¿Tanto apuro?
Un año, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8.
Ahora sí, arranca el juicio.
Ahora posta.

 

¿Qué sentís?
¿Qué hacés?

 

Llevás a tu otro nene al cole.
Al otro, al que no te mataron, ¿viste?
Cumplió seis, primer día de primaria.
Te tiran un auto encima.
Visitan a tu suegra, preguntándole por vos.
Te meten custodia en la puerta, 24 horas.
Salís en auto, un día, hace 4 días.
El viernes, sí, 27 de septiembre de 2018.
¿Vendrá la paz?
Vienen tres patrulleros, sin patentes.
Dos de la Policía de Morón y uno de la Bonaerense.
Pensás que te van a matar.
Como a ¡tu! hijo, te acordás, como a ¡tu! hijo.
Se ríen, te miran, se ríen.
Sólo se ríen.
Y se van.

 

¿Qué sentís?
«Mucho miedo, me vi muerta».
¿Qué hacés?
«Lloré, lloro, no paro de llorar».

 

No es ficción.
Acaban de amenazar a María Viera.
Madre de Fabián Gorosito, asesinado por la Bonaerense.
La están llamando todos los días.
La están persiguiendo.
La están enfermando.
No es ficción.
Tiene la boca temblando.
Tiene un puño cerrado.
Tiene mucho miedo.
Y tiene razón.
Está llorando a ¡tu! hijo.
Está gritando por ¡tu! vida.
Está pidiendo difusión.
«Se los suplico».
No es ficción.
Y no es tu hijo.

 

¡PERO PODRÍA SERLO!

 

No se atrevan,
cagones de mierda.