Otro año sin Daniel, otro año sin justica para la familia Solano. Otro año en que sus asesinos siguen caminando, impunes, por las calles. Otro año más y ya son ocho años de injusticia y poco más de un año desde que a su papá, Gualberto, se le fue la vida luchando por su hijo. Daniel fue desaparecido por la Policía de Río Negro en complicidad con los responsables político-empresariales, aquella fatídica noche del 5 de noviembre de 2011 en el boliche Macuba. Al día de hoy, la Justicia rionegrina no solo no efectivizó las penas de los siete policías ya condenados en 2018 a cadena perpetua, sino que tampoco los separó de sus cargos y siguen ejerciendo dentro de la Fuerza.
En un nuevo aniversario de la desaparición y muerte del joven trabajador golondrina Daniel Solano se realizó una misa a cargo del padre Cristian Bonin, quien estuvo comprometido desde un principio con la causa. El sábado 9 se realizaron, como todos los años, actividades en el acampe frente al Juzgado nº 31 de Choele Choel, símbolo histórico de la lucha por la violencia institucional. En la jornada cultural hubo bandas, malabaristas, fotógrafos y muchos artistas que la llenaron con lo más hermoso del arte y el amor para recordar al joven Daniel. Para coronar el evento se llevó adelante un conversatorio y una olla popular.
Junto a familiares de las víctimas del estado represor y asesino, marchamos por las calles de la ciudad al son de los bombos y redoblantes. Porque no fue solo Daniel, también fueron Andrés Cuyebay, Pedro Cabañas Cuba, Roque Peradilla y Hector Villagran, asesinados y desaparecidos en Valle Medio bajo el mismo mecanismo mafioso político empresarial; fueron Sergio Avalos, Otoño Uriarte, Rafita Nahuel, Carlos Painevil, Ricardo Machuca, Lucas.Muñoz, Atahualpa Martinez Vinaya y los pibes del alto de Bariloche; fueron Sergio Cárdenas y Nino Bonefoi. En memoria de Daniel, para demostrar que seguimos resistiendo y dando pelea de pie contra los abusos de las Fuerzas Represivas del Estado, exigimos y gritamos: ¡justicia para la familia Solano!