Tapada por los muros de los countries y a la sombra de las partidas presupuestarias del Municipio, está la otra Yerba Buena; la que vive por debajo del salario mínimo vital y móvil, la que cría a la niñez propia y la ajena, la que corta el pasto de los floridos jardines residenciales y construye las mansiones de los barrios privados en los que van a vivir otros y la que limpia ropas, piscinas y mingitorios que nunca son de su pertenencia.
Detrás de esos grandes y extensos paredones está la realidad de miles de vecinas y vecinos que no contamos con espacios verdes, ni trabajo, ni agua. Y, como si dejarnos sin este recurso vital a cambio de llenar sus lujosas piscinas no fuese suficiente, tenemos que soportar que nos la devulevan a través de los desagues que apuntan directamente hacia nuestras casas, tal como si fuéramos sus inodoros y sin que ninguna autoridad municipal nos escuche.
Este rincón olvidado de la «Ciudad Jardín» da bronca e impotencia, pero también orgullo, porque se pone de pie nuestro barrio, la Vía Diagonal Norte, con más de 60 años de historia construida por gente que jamás perdió su dignidad, ni negoció su futuro.
Para seguir construyendo el poder popular que lo transforma todo, te invitamos a acercarte, conocernos y sumarte a esta poderosa asamblea que hace once años empezó a gritar en Tucumán, con el objetivo de que el Estado nunca más pueda mirar hacia otro lado y que nuestras voces sean escuchadas.
Subite a La Poderosa, necesitamos ser más, ampliar nuestros debates y multiplicar nuestras acciones. ¡A la realidad la transformamos desde la unidad del conocimiento popular!