Este es el barrio de la resistencia santiagueña. El que aguantó 50 años sin corriente de agua hasta que gritó tan fuerte que con la comunicación popular logró su instalación. El que sobrevivió a una epidemia de sarna y con organización la venció, obligando al Estado a ver donde solo había abandono. El que empoderó a todo el vecindario, para hacer valer cada uno de sus derechos. El que multiplicó los puestos de trabajo cooperativo, garantizando laburo digno e independiente. El que se hace eco de un grito el mismo día que lanzamos un gritazo villero en la radio pública. El que supo construir su propia trinchera de feminismo villero, un espacio de encuentro, un refugio contra todas las violencias: ¡Este sábado se inaugura otra Casa de las Mujeres y Disidencias!
Escuchá el móvil en vivo por la 93.7 o acercate al barrio Bosco 2.
Si acá no se calla nadie, no faltes vos.