22 septiembre, 2020
, LOS CORTADEROS

UNA CASITA QUE REBALSA SUEÑOS

casita de la pode_cortaderos

La asamblea poderosa del barrio Los Cortaderos comenzó pateando el barro y alzando cada ladrillo a pura fuerza de autogestión, para erigir un fuego de colores que jamás se apagará. Mari Quinteros, trabajadora del merendero, recuerda muy bien ese momento: “Un sábado me pidieron agua para el mate y al día siguiente empezamos a reunirnos en mi casa. Al principio éramos 18 personas y nos sentábamos en el suelo porque la mesa nos quedó chica”. Durante el 2017, con un orgullo que nos infla el pecho, las y los vecinos logramos recaudar fondos para construir un espacio propio. Hasta que, finalmente, el 22 de septiembre de 2018 abrimos las puertas de «La Casita de La Pode». Desde ese día, nunca se cerraron.

Así fue como este lugar no paró de abrazar sueños, como cuenta Agos Domínguez, garganta de la asamblea: «Los talleres de comunicación, apoyo escolar y fútbol, donde estamos las y los adolescentes, son muy importantes porque ahí podemos expresarnos libremente». Además de risas y mucho trabajo, en esta trinchera pensamos desde abajo las transformaciones y Alejo Farías, comunicador del barrio, lo refleja con su lucha: «Reclamamos mejoras en la iluminación y la reparación de las calles. Siempre nos centramos en el barrio”.

La fuerza de este hogar se proyecta a través de Claudia Plazza, trabajadora del comedor: «Estar con personas que empujan un mismo carro y que tienen una misma dirección, me hace feliz. Acá es donde nos contenemos y apoyamos». En este segundo aniversario, seguimos construyendo nuestro futuro: “La Casita será un centro cultural de la diversidad cada vez más grande, con una mega estructura que brillará con luz propia”, reafirma Claudia con la convicción intacta.

El barrio celebra dos años de La Casita. Acá la fuerza prevalece y, sin importar si llueve o truena, hay una magia que no se detiene: ¡nuestra convicción la sostiene!

 

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