11 enero, 2021
, ES LEY

“HAY QUE DESCRIMINALIZAR EL ABORTO SOCIALMENTE“

aborto legal implementación

* Por Luciana Sánchez, abogada, militante lesbiana y feminista.

No sé si la legalización del aborto fue un primer paso, porque veníamos dando muchísimos, pero sí es uno enorme y que estábamos esperando hace tiempo. Quedan grandes desafíos por delante. Hay un montón de presiones que tienen que ver, fundamentalmente, con el estigma del aborto y la formación de los equipos de salud. Acá no se mide sólo esa práctica, esto no termina cuando cada compañera logra suspender un embarazo no deseado de manera segura, no se trata de acciones individuales de salud, tiene que ver con el acceso a bienes sociales muy importantes, por eso es fundamental seguir creando estrategias.

Entonces, debemos trabajar en conjunto pero sin resignar en el camino el poder popular de abortar que ya hemos conseguido. La objeción de conciencia preocupa porque es la cristalización de la toma de posición de un sector muy poderoso y que, además, en este momento de pandemia es un actor clave con el que no caben desencuentros políticos. La salida debe ser popular y colectiva, tenemos que luchar para que el Misoprostol y los anticonceptivos no sean únicamente de circulación hospitalaria y que estas herramientas para el goce y la libertad no estén sólo en el consultorio.

Sabemos que las compañeras de los sectores populares son las más criminalizadas, en la mayoría de los casos, por no acceder a abortos tempranos. De las presas por eventos obstétricos, gran parte si no son todas, son villeras, de sectores rurales y marginales. Es una situación de vulnerabilidad social y racista que se agrega a la cuestión de género. Por lo general, los obstáculos para llegar a tiempo tienen que ver con la falta de herramientas para obtener métodos anticonceptivos seguros, con la falta de información, la estigmatización, el retraso en la atención médica, los maltratos y todos los factores que llevan a querer evitar esas instancias. Hay que aprovechar la legalización para crear nuevos dispositivos que estén orientados a dar una respuesta pronta ante a estos impedimentos, detectar rápidamente qué compañeras están teniendo problemas para abortar temprano, proveer los medios y exigir lo que sea necesario, porque si no van a seguir criminalizadas.

Espero que podamos actuar, junto al Estado, para garantizar que los abortos se realicen como se debe y haya una mejora en general para nuestra calidad de vida. Seguir abortando en voz bajita y con vergüenza sería una pérdida; para ganar con la ley y poder realmente ir por más, hay que ganar el discurso, descriminalizar el aborto socialmente. Democratizar el sistema de salud es una tarea súper ardua, y más para quienes todavía no formamos parte de él… Por eso, a no confiarse, ¡y a organizarse!