Una tarde fría en el CENARD nos recibió la leona Noel Barrionuevo, y apenas comenzada la charla nos compartió un concepto explicativo: “En el hockey no te enfocás desde lo individual, sino desde lo colectivo”. Entre el sonido incesante de los aviones en el cielo, sobresalió el orgullo sincero de Noel, cuando le contamos que el 25 de septiembre vamos a inaugurar el Polideportivo Diego Armando Maradona, en Zavaleta, donde adultos mayores, pibas y pibes podrán hacer actividades culturales y utilizar el deporte como herramienta para transformar la realidad: “Los clubes barriales son piezas fundamentales que necesitamos como sociedad”. No la careteó ni un poco y jugó de nuestro lado: “Creo que todos deben tener las mismas posibilidades, ningún barrio tendría que ser olvidado”. Desde su experiencia, demostró que para seguir creciendo, sobran los motivos: “Hay que comprender que invertir en deporte no significa tirar dinero al piso. En un montón de municipios debería haber más polideportivos”.
La pandemia trajo muchísimas dificultades para las y los deportistas, y Noel no fue la excepción: “No tenía ninguna comodidad para ejercitarme, se me hizo todo cuesta arriba y me costó mucho manejar la situación”. Sin embargo, codo a codo, Las Leonas fueron a Tokio, trajeron la medalla de plata y fueron orgullo nacional una vez más: “Nos costó mucho llegar a los Juegos; esta medalla vale como si fuese de oro, no la olvidaremos jamás”. ¿La clave? Dar el ciento por ciento: “No hay mucho secreto para estar arriba, más que la entrega y el entrenamiento”. Fueron los últimos Olímpicos para la defensora y capitana del equipo argentino, que ya está pensando en su retiro, aunque anticipó los sinsabores: “No sé qué voy a hacer sin el hockey, lo voy a extrañar horrores”.
Mientras la noche se asomaba, Noel la iluminaba gritando: “A la mujer en el deporte siempre le ha costado más. Para estar en igualdad con los hombres, hay que seguir luchando”. Y así como le puso nombre a esa desigualdad tan dolorosa, recordó también a las cocineras comunitarias de La Poderosa, que alimentamos a más de 42 mil personas por día en todo el país, y alzó su voz para que el Estado pueda verlo: “Yo las admiro y las aplaudo de pie, porque es un trabajo increíble con lo poco que tienen; no es reconocido, y merece serlo”. En la cancha, y en la vida, Noel Barrionuevo demuestra cotidianamente su estirpe de Leona. Lean, escuchen, sientan: el rugido de una campeona.
