En la Ciudad de Buenos Aires ya son al menos 11 las escuelas tomadas. Frente a la negativa del gobierno porteño al diálogo, las y los estudiantes recurren a esta medida para reivindicar que con hambre no se puede estudiar.
Zaira Abrahaan Hom, madre de estudiantes de la Escuela Mariano Acosta, explica: “Las viandas en nivel primario son insuficientes. Acá, por ejemplo, hay 149 para una escuela con más de 1000 personas. Además no tienen ningún valor nutritivo, son un sanguchito de jamón y queso todos los días. En el secundario directamente no existen”.
Las pibas y pibes exigen que se apruebe el proyecto de Ley Integral del Derecho a la Alimentación Adecuada para recibir viandas dignas. También solicitan el cese de las pasantías laborales obligatorias para alumnos, que implican un descuento de 120 horas curriculares y son una muestra de flexibilización laboral de mano de obra no remunerada para empresas. Además, reclaman una mejora en las condiciones edilicias y de infraestructura.
Este mediodía se realizó un abrazo simbólico al Mariano Acosta y su vicedirector, @julio_pasquarelli, manifestó que «la comunidad educativa va a salir a luchar cada vez que toquen a un estudiante o docente. Pueden decir que se cae en la escuela pública, pero es caerse en el mejor lugar porque hay una red que sostiene. Acá hay espalda y se va a bancar a todos aquellos que quieran estudiar en una educación, justa, libre, soberana y para todos».
Hasta ahora, la respuesta fueron amenazas, multas y hasta cortes de luz como el que se realizó intencionalmente en el Mariano Acosta, el viernes pasado. El @gcba anunció que va a denunciar penalmente y a multar con $1,5 millones a madres y padres por la toma del colegio y algunos ya recibieron notificaciones judiciales en sus hogares.
Agustina Schirliski, del centro de estudiantes de la Escuela Lengüitas, expresa que “no hubo ningún tipo de diálogo por parte del ministerio, solo recibimos amenazas. También notamos la desesperación por parte de les xadres por miedo a que caiga la policía en sus casas”.
