16 marzo, 2023
, Violencia Policial

ANULARON LA CONDENA A LOS ASESINOS DE FACU FERREIRA

La impunidad crece en Tucumán. La Corte de esa provincia anuló la condena de Mauro Gabriel Díaz Cáceres y Nicolás Gabriel Montes de Oca González, policías de la División Motoristas del Servicio 911, acusados de asesinar a Facu el 8 de marzo de 2018.

En mayo habrá un nuevo juicio pero los abogados de los policías dicen que, al haber cumplido tres años de prisión preventiva, tienen que salir de la cárcel.

“Nuestros abogados están peleando para que no lo hagan porque son una amenaza. Un periodista de Canal 10 me mandó un video donde se ve a policías golpeando a Juan Almendrado, que estaba con Facu cuando pasó el hecho y es el único testigo y sobreviviente. Su familia nos dijo que la abogada de uno de los detenidos le ofreció dinero para que diga que mi sobrino había disparado primero”, dice Malvina Gómez, tía y madrina de Facu.

La policía persiguió a Juan y a él. Los chicos habían ido a ver las carreras de motos que se corren cerca del Parque 9 de Julio y Facu terminó con una bala en la nuca. «Lo mataron porque era negrito, de un barrio», sintetiza Malvina.

Los casos de negligencia judicial y la violencia de las fuerzas de seguridad ya son moneda corriente en Tucumán:

Uno de ellos es la desaparición forzada de Luis Espinoza, el 15 de mayo de 2020, donde está involucrada la policía de Monteagudo. Hoy inician los alegatos del juicio y la familia junto a organismos de DDHH temen que nuevamente haya un fallo donde no se haga justicia.

Otro caso es el de Miguel Reyes Pérez, quien fue atacado por los policías Mauro Navarro y Gerardo Figueroa, en la víspera de navidad de 2016, y murió el 16 de enero de 2017. La Corte de Tucumán anuló la sentencia, así como las decenas de caso de Gatillo Fácil que se dan en el resto del país.

No es menor la violencia institucional que crece con amenazas de policías de civil, uso de autos particulares para supuestos operativos y el amedrentamiento constante a las y los pibes de los barrios populares.

En ese contexto, todas las barriadas continuamos gritando y resistiendo frente a la impunidad: ¡Ni un pibe menos, ni una bala más!