Llevas en tu corazón,
el tatuaje de la esperanza
y una rosa roja
¡Qué sangra memoria!
Ese pañuelo blanco,
ávido de justicia,
sigue de pie,
¡Amando y resistiendo!
Te busco y te encuentro,
en esas 30000 mil razones,
para seguir luchando.
¡Mi madre! ¡Mi abuela!
La mía, la de todos.
Nuestra fortaleza
¡Y nuestro faro!
De mil batallas,
para seguir buscando
cada día y todos los días.
Pues arderá la memoria,
hasta que la verdad y la justicia
dejen de ser
¡Una utopía!
Porque acá
¡No se rinde nadie!
Con infinito amor y respeto para nuestra abuela, Sonia Torres.
Beatriz Silvera, garganta poderosa de Barrio Yapeyú.