Por Marco Teruggi, sociólogo, cronista, y familiar de Clara Anahí Mariani Teruggi, secuestrada el 24/11/1976 en la última dictadura militar.
«La designación de Alberto Presti, como jefe del ejército, puede ser leida como una reivindicación encubierta de lo que hizo su padre. Es el inicio del plan que tiene Villaruel y Bullrich con las fuerzas armadas, es una señal muy fuerte.
Las acusaciones sobre Carlos Roque Presti, fueron varias: estaba a cargo del regimiento 7 en La Plata, y fue parte de la dirección del ataque en la Calle 30 entre 55 y 56 el 24 de noviembre de 1976, donde fue secuestrada mi prima Clara Anahí con tres meses de edad. Además, fueron asesinados varios compañeros y mi tía Diana Teruggi. A Roque se lo señala por participar en centros clandestinos de detención, como también por la desaparición de integrantes de las fuerzas armadas. Él murió dentro de la impunidad porque no fue juzgado.
Y si bien el hijo no es responsable de los actos de su padre, hasta donde se sabe no ha hecho crítica respecto a lo que hicieron las Fuerzas Armadas en la dictadura. Se mantuvo en silencio, que puede interpretarse como un aval a esas acciones o como un acuerdo familiar.
Hubo un intento de recuperar terreno por parte de la derecha con el gobierno de Macri, con expresiones como «el curro de los derechos humanos». Ese proceso se siguió profundizando con Villaruel y el dispositivo fue intentar plantear que la defensa de la Memoria era algo del kirchnerismo y no es trasversal a la sociedad. Sigo viendo las movilizaciones del 24 de marzo como muy significativas, y no creo que haya apoyo masivo de los genocidas de la dictadura. Hay que saber cuánto ha crecido ese discurso, una cosa es el triunfo de Milei lo que no quiere decir que esas ideas han tenido una gran expansión.»