El Granma todavía no había zarpado desde México hacia Cuba, pero ya había 82 expedicionarios embarcados en la Revolución que, con la guía del Comandante Fidel, los llevaría a libertar el verde caimán, derramando reforma agraria, justicia, pan y libertad, en el tránsito a la historia americana. El Che no sólo sembró la coherencia de la teoría y la acción revolucionarias, sino que, acorde con su frente plena de martianas estrellas insurrectas germinó, al igual que el luchador de la primera independencia cubana, poesías, que dan cuenta de su visión histórica para anticipar en 1956 al ardiente profeta de la aurora, y de su Fidelidad:
«Vámonos ardiente profeta de la aurora,
por recónditos senderos inalámbricos
a libertar el verde caimán que tanto amas.
Vámonos,
derrotando afrentas con la frente
plena de martianas estrellas insurrectas,
juremos lograr el triunfo o encontrar
la muerte.
Cuando suene el primer disparo y se
despierte
en virginal asombro la manigua entera,
allí, a tu lado, seremos combatientes,
nos tendrás.
Cuando tu voz derrame hacia los cuatro
vientos
reforma agraria, justicia, pan, libertad,
allí, a tu lado, aguardando la postrer batalla,
nos tendrás.
El día que la fiera se lama el flanco herido
donde el dardo nacionalizador le dé,
allí, a tu lado, con el corazón altivo,
nos tendrás.
No pienses que puedan menguar nuestra
entereza
las decoradas pulgas armadas de regalos;
pedimos un fusil, sus balas y una peña.
Nada más.
Y si en nuestro camino se interpone el
hierro,
pedimos un sudario de cubanas lágrimas
para que se cubran los guerrilleros huesos
en el tránsito a la historia americana.
Nada más…»
«Vámonos…», Ernesto Che Guevara, México, 1956.
me gustaria conocer tus poemas Jorge Diego Mejìa. mi correo fcoral@hotmail.com. gracias
buenas tardes compañeros, quisiera saber si puedo compartir algunos poemas sobre la guerra. Si la respuesta es afirmativa, a que correo puedo hacerlos llegar? mil gracias de antemano