12 junio, 2016
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Habemus necesidades básicas

Si de repente, amiguitos, no encuentran dónde inyectar esos 16,666 palitos que diabólicamente pensaban regalar para poder sacar chapa a nombre del papa, no permitan que nada altere esos planes benefactores tan sinceros: ¡Inviertanlos en carne para los comedores villeros!

Ni exclusión, ni pobreza:
redistribución de la riqueza.

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