15 marzo, 2010
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Desobediencia debida

Cuba resiste.El más de medio siglo de Revolución en Cuba continúa hoy como incómoda piedra en el zapato del gobierno estadounidense y sus aliados, empecinados en cambiar el orden político, económico y social de esta nación.

La administración de Washington y sus seguidores, con destaque para países europeos, todos autoproclamados defensores de los derechos humanos y la democracia, intentan desconocer la voluntad de la mayoría de los cubanos.

Pese a las limitaciones de diversa índole, entre ellas las causadas por un casi cincuentenario bloqueo económico, comercial y financiero, con etiqueta norteamericana, sus
habitantes desean vivir en una nación soberana.

Sin embargo, los ataques no cesan y antes de concluir cualquier campaña para desacreditar ante el mundo los logros en las más diversas esferas del desarrollo, comienza otra con iguales propósitos.

La muerte del capitalismo.Ahora, muchos medios internacionales de prensa, fieles a las órdenes de los poderosos, repletan sus espacios con agresiones hacia el país antillano, acusado de violar los derechos humanos y minimizar la vida de las personas.

La muerte del preso por delitos comunes Orlando Zapata Tamayo, el pasado 23 de febrero en La Habana, tras varios días sin ingerir alimentos por voluntad propia, desató un sinnúmero de ataques contra el gobierno cubano.

Desde ese momento, quedaron silenciados todos los esfuerzos hechos por salvar la vida a quien grupos contrarrevolucionarios de dentro y fuera de la Isla convirtieron en una oportuna figura para chantajear y presionar a las autoridades de la isla, como indicaron medios cubanos.

Opiniones de especialistas citados por la televisión nacional, quienes atendieron directamente al fallecido, no aparecen entre los comentarios de los agresores, y la objetividad se pierde entre tanta pasión por destruir el proceso revolucionario.

A juicio del doctor Dailé Burgos, del Hospital Nacional de Internos, Zapata fue bien seguido y tratado con productos de última generación vinculados con la alimentación por vía intravenosa ante su negativa de nutrirse de manera oral.

Por propia voluntad, el paciente rechazó los alimentos y agotó sus proteínas, carbohidratos y grasas, y comenzó a consumirse, manifestó el galeno Mariano Izquierdo, quien aseveró que era muy difícil la recuperación en ese estado.

Al estar varios días sin ingerir alimentos, el intestino de Zapata empezó a perder funciones, entre ellas la inmunológica, explicó el master en Nutrición Clínica Jesús Barreto.

Mientras la salud pública batallaba por la vida de este hombre, una conversación entre los contrarrevolucionarios Yaniset Rivero, del llamado Directorio Democrático Cubano con sede en Miami, y Juan Carlos González, en La Habana, evidenció el desinterés por dicho objetivo.

Hombres del pueblo.

Más allá de valorar el delicado estado de un ser humano, la mujer instó a González a presionar a la madre del prisionero para aprovechar la situación creada en aras de desacreditar al gobierno cubano.

Estas últimas posturas tampoco están en los grandes medios de comunicación masiva, que pierden también la oportunidad de abordar adecuadamente las innumerables torturas en cárceles de Estados Unidos o de las naciones de los integrantes del Parlamento Europeo.

Dicho bloque no tiene moral para darle lecciones a Cuba cuando en ese continente reprimen a inmigrantes y desempleados, y permiten el contrabando aéreo de detenidos y el establecimiento de prisiones ilegales.

Recientemente, el intelectual y cineasta norteamericano Saul Landau señaló que el principal pecado de la Revolución cubana ha sido desobedecer las órdenes de Estados Unidos, y por eso ha tenido castigo.

Enfatizó que a pesar de los ataques sufridos y las pérdidas de muchas vidas humanas esta isla caribeña se mantiene libre y soberana, y con el derecho a determinar en sus propios asuntos sin la injerencia de otras naciones.

El también investigador sobre hechos vandálicos contra la mayor de las Antillas, indicó que la administración estadounidense tuvo que aceptar la existencia de un régimen en Cuba desobediente a sus designios.

La opción violenta, el aislamiento diplomático, la guerra psicológica, la invasión directa por Playa Girón (Bahía de Cochinos) y más de 600 planes de atentados para eliminar al líder Fidel Castro están entre los intentos por destruir a la Revolución, recordó.

Con Cuba socialista, todo el mundo está.

Fuente: Prensa Latina.

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