Campo Norte se vistió de amistoso. Porque si le hacemos caso a la Negra que le sigue cantando al compañerismo y la unidad latinoamericana, en el Fútbol Popular tienen que estar todas las piernas todas. Merced a ello, los pibes de su Tucumán decidieron seguir naciéndola, y pese a la humedad y el agobiante calor del entrenamiento de domingo, invitaron a otro equipo de chicos vecinos de Yerba Buena para, jugando frente a frente e intentando hacer más goles, empezar a patear todos para el mismo lado.
Antes de consensuar las reglas y de que la pelota empezara a rodar, nos juntamos para ponernos de acuerdo en cómo íbamos a pararnos en la cancha. Tubi, que es de esos delanteros que te gambetea para clavarla en alguno de los ángulos, arriba. Coco, que corre toda la cancha y está en todos lados, más libre. Gonchi, de enganche. Carlitos, un buen defensor, abajo. Gallo, muy seguro, en el arco. Y Mochi, un ingenioso para los desbordes, también arriba. Todos nos juntamos en el medio y le contamos al nuevo equipo el por qué y el para qué del Fútbol Popular. Después nos pusimos de acuerdo en las reglas y empezó el partido. El pasto parecía hervir, pero la solidaridad de los vecinos ayudaba a apagar la sed y la transpiración.
Los jugadores del nuevo grupo eran un poco más grandes, pero eso no fue problema para que el partido haya sido redondo y para que hayamos disfrutado mucho. Como resultado, nos saludamos, decidimos en conjunto cambiar el horario desde el próximo fin de semana a las 17 por el calor y, después de que nos contaran la impresión que les quedó de la primera experiencia, invitamos a los nuevos pibes para que sigan siendo parte del Fútbol Popular, y así poder seguir creciendo todos juntos.
