15 octubre, 2009
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El cóndor de la paz

Premio Nobel de la Guerra,

A vos que te gusta digerir la sangre en paz, tomá, tragate este texto agresivo. A vos que te gusta hacer la vertical imperial, para ver desde cerca las grietas de tus esclavos, mientras los empujás para abajo, los mantenés oprimidos y los cultivás fracturados, tomá, hacé equilibrio sobre este movimiento de base. Y a vos que te gusta la propiedad horizontal, porque sabés que no existe horizonte tal, porque la inacción es tu destino final, tomá, recostate sobre este mar de fueguitos irreverentes, que quizá te quemarán el culo, pero con seguridad te impedirán hacer la plancha.

¡Epa, epa, epa! Qué pasó con el tonito, Poderosa. Ha pasado el quinto añito, y hoy se premia otra cosa. La paz social que fomenta la paciencia no resulta mucha ciencia cuando la bronca es sustancial. Y la infinita reflexión que proponen oradores hace ruido en los actores de nuestra transformación. Pero qué necesidad de vivir entre alborotos, si tenemos bibliotecas y el problema es de los otros. Más mejor pará la bocha y guardate la vehemencia, que al Tío Sam y sus amigos no les va la efervescencia.

¡No, no, no! Ir al choque es la propuesta, pues parece pega más, pegue y pague, pague y pegue, Premio Nobel de la Paz. No se trata de violencia, la utopía de luchar, más que el Nobel denle un traje, pero un traje militar. Ese premio enaltecido por don Martin Luther King, hoy se entrega como un combo del imperio Burguer King. Pero sí a la competencia, Nobel King y Nobel Mac, crece Obama, crece el mundo, manden tropas para Irak. 

Otra cara de la moneda.

¡Ey, ey, ey! Libertad para los cinco, tu garrote y mi razón, no existen tantos barrotes para tanta revolución. Perseguís al terrorismo, pero nunca la verdad, ahí va Posada Carriles, desnudando tu oralidad. Al premio que ya no premia la paciencia y la conciencia, ahora se lo conquista sembrando guerra y violencia. Que el rumbo no se pierda, si es puteada y no una rosa, a decir de Fontanarrosa, el Nobel se va a la mierda.

¡Vaya, vaya, vaya! El racismo más me aterra, cuanto más salta a la moda, esta paz es pura guerra, que nos digan que era joda. Cuánta facha, cuánto porte, el que habla y nunca hace, que levante ya la base, y se la lleve para el Norte. Guantánamo es de la isla, Cochinos son los que invaden, tratá de no matar pibes cuando juegues a Bin Laden. Mande y mande imperialismo, mano firme, mano dura, te podés robar un premio, pero no robar Honduras.

¡Sí, sí, sí! Es la hora del delirio, que blanqueen la locura. Sale el premio para Obama, y el bloqueo para Cuba. Luce negra la paloma, siempre frágil e inocente, algún día la creyeron más boluda que la gente. Y es entonces que saltamos, a salvar su grato nombre, que la paz de su figura, no la manche ningún hombre. No hay dinero que la compre, no usa tacos, no usa rush, no hace amigos en la senda que dejó marcada Bush. Y perdonen la armonía, que violentamente he roto, miren bien el Premio Nobel y no olviden esta foto:

Un símbolo de paz.