6 noviembre, 2009
,

Marcos de lucha

Marcos de luchaCuando a Marcos intentan imponerle la identidad del nombre y el apellido que figura en su documento, cuando intentan robarle la identidad; se ríe, bromea, pero habla muy en serio. Porque su identidad es parte del movimiento que se tuvo que tapar el rostro para que lo vieran, porque lo que se mueve, lo que habla y lo que se llama Marcos depende del movimiento que no se reduce a un nombre, que tiene una historia que se inició mucho antes de la llegada de un hombre. Cuando le preguntan por su edad, Marcos responde que tiene más de 500 años y marca a 1492 como el año de su nacimiento, cuando comenzaron la conquista de América y la resistencia indígena que hoy lo tiene como uno de sus líderes desde el Ejército Zapatista de Liberación Nacional.

A la misma historia de reivindicar la historia que nos parió le debe también su bautismo el EZLN. Porque en la base de la Revolución Mexicana impulsada por Emiliano Zapata estaba la exigencia de devolverle al campesino las tierras que trabajaba, usurpadas por los grandes terratenientes. Zapata siguió luchando después de su asesinato, con la unión del campesinado y los obreros, que más adelante se fueron encontrando con los indígenas. Y siguió luchando en el alzamiento del 1º de enero de 1994 en Chiapas, justo el día que entraba en vigencia el Tratado de Libre Comercio de América del Norte firmado por Estados Unidos, Canadá y México, en cada declaración de la Selva Lacandona, en cada centro cultural y político Aguascalientes, en cada Caracol, en cada Junta del Buen Gobierno, en cada reclamo por la liberación de los presos zapatistas o en la Otra Campaña, que no fue electoral sino que exigió una ley de derechos para los indígenas. Así sigue luchando Zapata, como lo sigue haciendo el Che en La Poderosa.

Marcos de lucha“Tierra y libertad”, se gritaba en el sur de México y en toda América Latina a principios del siglo XX . Y también los cien años siguientes. Desde las montañas del sureste mexicano, hace ya 15 años, el EZLN ha comenzado a recuperar para los indígenas algunas de las tierras que les pertenecen, resistiendo a los ataques gubernamentales, ejecutivos, legislativos, asesinos, militares y paramilitares, con una organización que si tiene alguna relación con la democracia electoral mexicana, que mantuvo a un partido político en el poder por 71 años consecutivos y que no cambió nada sustancial con el paso de mando al eterno partido rival, es la de su oposición. Porque también el zapatismo incentiva la participación de todos en las decisiones de las comunidades y en la búsqueda de soluciones colectivas, enfrentando las promesas a incumplir a cambio de votos. “El proceso electoral ya empezó y alguien les va a venir a decir que si lo apoyan les va a resolver todo. Nosotros les venimos a decir que no les vamos a resolver absolutamente nada ni les venimos a traer soluciones, sino problemas, y la invitación de que nos juntemos con los compañeros que se están alzando en otras partes del país para construir el nuevo México”, declaró Marcos en el marco de la gran marcha hacia el DF por la Otra Campaña.

Sólo con libertad podrán los dueños originarios de las tierras americanas disfrutarlas y compartirlas con todos los que entiendan con Marcos, con todos, que es necesario “un mundo donde quepan muchos mundos, donde quepan todos los mundos”. Un mundo que no necesite de la exclusión de muchos mundos. Un mundo sin exclusión. Por eso luchan los zapatistas, por eso luchamos, construyendo nuevas estrategias de poder, más democráticas: “Vemos que este camino de gobierno que nombramos no es ya camino para los más, vemos que son los menos los que ahora mandan, y mandan sin obedecer, mandan mandando. Y entre los menos se pasan el poder del mando, sin escuchar a los más, mandan mandando los menos, sin obedecer el Marcos de luchamando de los más. Sin razón mandan los menos, la palabra que viene de lejos dice que mandan sin democracia, sin mando del pueblo, y vemos que esta sinrazón de los que mandan mandando es la que conduce el andar de nuestro dolor y la que alimenta la pena de nuestros muertos. Y vemos que los que mandan mandando deben irse lejos para que haya otra vez razón y verdad en nuestro suelo. Y vemos que hay que cambiar y que manden los que mandan obedeciendo, y vemos que esa palabra que viene de lejos para nombrar la razón de gobierno, de ‘democracia’, es buena para los más y para los menos”.

Ese poder de libertad es popular. La democracia sólo es, si es popular y si es colectiva. Si respeta la historia, si no negocia su identidad con quienes pretenden imponerle otra. Sólo defendiendo así nuestras identidades es posible el anonimato, con o sin pasamontañas, como estrategia de un movimiento que va más allá de los hombres, de las épocas, de las fronteras y las geografías. Pensando en eso vamos, haciendo eso. Reconociendo las luchas revolucionarias, alimentándonos de ellas y engordándolas, porque son la misma. Enfrentándonos a la injusticia con dignidad rebelde, apoyándonos en nuestro comandante que abría el camino en la Sierra Maestra, sosteniendo la lucha del subcomandante que traspasa montañas en el sureste mexicano y sujetando el manubrio de la moto que no detuvo la cordillera.

marcos-de-lucha1

1 Comentario;

Los comentarios están cerrados.