Ni 10, ni 20, fueron 24 años de espera agonizante, para poder vivir este día alucinante, porque si estoy desvelado tiene que ver con eso, con que estoy absolutamente emocionado. Aunque acá me apunten “cagado, Loco, estás cagado”. ¿Por qué? Porque voy y vengo por mi cuarto como haciendo una zanja, mientras me traen un jugo de naran… ¡De naranja no, la reina que los parió!

Ni naranja, ni mecánica, ni nada para quemarnos bocho: no se olviden que nos conocemos del Mundial 78. Y desde entonces me tratan de Loco, porque les conviene, pero yo sigo soñando lo que viene: viene Lavezzi, toca para Messi, la lleva el genio, grande Lío… ¡Vamos a ser locales en Río!

Gracias a vos, lector que me leés. Y gracias a vos, fútbol, otra vez. Porque no dejás de ilusionarme y, aunque hoy no pueda despertarme, respetaste mi derecho a ilusionarme, como tantas otras veces… ¡Así que no llores si escribo boludeces!

¿O cómo creen que me logré levantar? Pensando en los tipos que salen a jugar, en ese grupo que me encanta y que metió mil producciones para La Garganta, porque piensa en los demás y porque sabe cuántos lo empujan desde atrás. Cómo entonces no voy a alentar, justo ahora que falta tan poco para llegar, hasta ahí, hasta la cima… Ellos del Mundial, y yo de la rima.

Hoy, nuestros pibes van a semifinales por primera vez en sus vidas y tienen que sentir 40 millones de gargantas comprometidas, pero no sólo con el resultado, sino con el orgullo de haber soñado que la Argentina debía recuperar su lugar, para que todos nosotros nos echáramos a soñar.

Ahora, boludez, lo que se dice boludez, sería subestimar al equipo holandés, porque salga como salga el partido o el sueño de este Loco divertido, los jugadores de Van Gaal también hicieron méritos para ganar el Mundial… ¿Los dos a la final? No, pensándolo bien no, porque Holanda y Alemania juntas serían fatales, así que mejor ganemos hoy, aunque sea por penales. Y alentemos, pero alentemos como sabemos, porque si no, éstos nos comen: Van Persie, Sneijder y Robben. ¿Cuánto vale esa delantera, caballero? Menos que la nuestra y menos que un potrero…