Desde el Cuerpo de Delegados del Camino de Sirga, de la Villa 21-24, deseamos agradecer públicamente el apoyo de todas las personas que hicieron posible la reciente sanción de la Ley 1802/2014 en la Legislatura Porteña, para que finalmente se haga realidad la relocalización de 1114 familias “dentro de nuestro barrio”, y no alejadas de nuestra historia, como pretendió en un primer momento el Gobierno de la Ciudad.
Mediante este canal, les transmitimos hoy nuestra emoción por sentir que avanzamos un pasito más en esta larga e histórica lucha que no nació con nosotros, sino que es la continuación del sacrificio de nuestros antepasados, por un barrio urbanizado, donde vivir dignamente. Y este inmenso logro nos llena de orgullo, así como nos incentiva a seguir organizándonos, para que nunca más nadie pueda postergar nuestros derechos, ni acallar nuestra voz.
Junto a organismos de Derechos Humanos, a los curas villeros, a Usina, a La Poderosa, al Frente Darío Santillán, a la Corriente Villera, al Movimiento Evita, a la Fundación Temas, a UTE, a la Junta Vecinal y a la Defensoría Tutelar de la Ciudad, emprendimos hace 4 años este proyecto, apuntando a solucionar la urgencia habitacional de todas las personas que vivimos en el Camino de Sirga, a orillas del Riachuelo. Y desde entonces anhelábamos este desenlace, aunque somos conscientes de que recién nos encontramos en el punto de partida.
Los terrenos para la construcción de las viviendas son el resultado del incansable trabajo de búsqueda que realizamos todos los delegados y vecinos durante mucho tiempo y que, estando aprobada la Ley, obliga al gobierno porteño a otorgar esas viviendas sin mover a los afectados de sus lugares de pertenencia.
En este extenso recorrido, hemos aprendido a valorarnos y a entender que, sin esta unidad y esta perserverancia, no sería posible brindarles a nuestros chicos un futuro mejor, con la calidad de vida que todo ser humano merece. Por eso, hoy que nos estalla el corazón de alegría, decidimos escribir estas líneas para pedirle a toda la sociedad que nos acompañe, que se informe y que se acerque a conocer nuestra realidad. Pero sobre todas las cosas, que nos ayude a seguir juntando fuerzas para poner en marcha la Ley cuanto antes, sin que debamos estar mendigando lo que nos corresponde: un techo donde nuestros hijos puedan soñar y nosotros podamos vivir en paz, sin temor a perderlos.
De corazón, les agradecemos infinitamente la paciencia a todos nuestros vecinos de la Villa 21-24 y les pedimos por favor a los medios de comunicación que nos brinden su apoyo, de aquí en más, para garantizar el cumplimiento de la Ley. Porque sí, amamos nuestra villa y soñamos un mundo mejor para todos.
Delegados y vecinos del Camino de Sirga.