Si lo mataron a palos saliendo del boliche, acotamos los horarios de joda. Si lo mataron en la cancha, suspendemos el fútbol. Si lo mataron unos wachines, debatimos la edad de imputabilidad. Y si lo mataron las balas de la Policía, suspendemos el debate. Total, no suma votos hablar de violencia institucional, ni detenerse en el aniversario de la impunidad que mató a Fernando «Güere» Pellico, ese joven irresponsable que hace un año tuvo el tupé de arriesgarse a comprar una coca cola, justito a la hora que Chávez y Leyva salían de cacería en patrullero por los barrios de Córdoba. Pues mejor dar vuelta la página, desoyendo a esa familia rencorosa. No vaya a ser cosa que nos quieran prohibir la gaseosa.
Cuanta impunidad y mentira tenemos q escuchar a través de los políticos que nos venden que la «inseguridad» se termina con mas policías y ellos son los que reproducen y sacan redito corruptos sin duda los reproductores de la basura de los de arriba.