Mientras alguno se jacta de haber tapado mil baches, la Villa 21 sigue sufriendo los cachivaches que no tienen publicidad en la ficticia realidad que van armando con plata, mientras nosotros seguimos caminando sobre un queso Mar del Plata. Cansados de tropezar con los cráteres de las mentiras más ciertas, hoy salimos a gritar entre las tiras con bocas abiertas, porque los mismos que se niegan a urbanizar a los barrios abandonados nos obligan a esquivar sus pozos por todos lados, como ése que dejó serias lesiones en una nenita hace un mes y como tantos que rebalsan en las inundaciones, cada dos por tres. Blindados y camuflados por su propio clan, seguramente dirán que los damnificados somos pocos, que los enojados estamos locos o que padecen celulitis las calles del sur, mientras te venden un pomo de psiquiatricure. Pues si no basta nuestra verdad para ilustrar esta realidad que mantienen escondida, recuerden que Américo Britez perdió la vida por esos agujeros de la gestión, que se siguen tragando villeros y leyes de urbanización, mientras alfombran el terreno con sus graciosas prebendas… Pero bueno, ¡qué preciosas quedaron las bicisendas!
28 enero, 2016
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Luna de Barracas
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