A un mes del femicidio que la Justicia sigue llamando “homicidio”, salimos nuevamente a gritar con toda la comunidad docente de Escobar, para que ninguna mujer más deba morir como Alicia Tomás, asesinada por su ex marido, Luis Aldana, ahora detenido en el Penal de Campana. Pues tras haber sido denunciado, ingresó a su casa encapuchado e intentó escapar, pero no logró engañar al hijo de los dos, que instantáneamente pudo reconocerle la voz. Sin botón antipánico, ni cerco perimetral, sólo sonó esa alarma vecinal que hoy se vuelve a encender, para denunciar miles y miles de manos atadas: “La Comisaría de la Mujer, en Escobar, no tiene teléfono para recibir llamadas”.
10 enero, 2016
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Zona liberada
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